jueves, 17 de marzo de 2016

EN LO PERSONAL

          Personalmente, llevo bailando doce años flamenco, nueve de los cuales en esta academia. Gracias al flamenco y a esta academia he conocido a un montón de personas y no solo se baila cuando entras por las puertas del bloque, si no que te diviertes, lloras, ríes... Hasta ahora no he pensado en dejar de bailar, y cuando lo pienso se me ponen los pelos de punta.
Los nervios antes de subirte a un escenario o los gritos de Marisa días antes de una actuación no pueden faltar. Las horas de más en la academia bailando o simplemente sentadas pasando el rato con tus compañeras y profesora son irreemplazables. 
Y pensar que si no fuera por la insistencia de mi madre cuando tenía tres años ahora mismo faltaría algo en mi día a día.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario